Estrepsíades

¡Ay, ay!

¡Zeus soberano! Qué cosa más larga de noches,

y no se acaban. ¿Es que nunca se va a hacer de día?

Pues yo hace ya un buen rato que oí al gallo.

Y los esclavos siguen roncando.

Esto no pasaba antes. Maldita sea la guerra, por muchas cosas,

que no puede uno ni castigar a sus esclavos.

Y el dichoso niño este,

que no se despierta en toda la noche

y no para de tirarse pedos reliado en cinco pellizas.

Ea, pues si esto es lo que hay, roncaremos bien tapados.

¡Uf! Si es que no puedo pegar ojo, comido

por los gastos y el pesebre y las deudas

por culpa de este hijo mío. Y él con su melena

no hace más que cabalgar y tirar de las riendas

y hasta sueña con los caballos, mientras yo me muero

viendo que la luna trae el día veinte.

Que los intereses corren...

                                      Aristófanes, Nubes 1-19

 

 

 

 

 

Texto griego

   

Antología griega  

 
 

Traducción literal

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