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ARDIENDO INTERNAMENTE Ardiendo internamente con ira furiosa en la amargura hablo a mi mente: Hecho de materia ceniza de elemento semejante soy a una hoja, de la cual juegan los vientos. Aunque sea, en efecto, propio para un hombre sabio sobre la piedra colocar el asiento de su fundamento, tonto yo me comparo a un río deslizante, bajo el mismo curso nunca permanente. Soy llevado yo como sin marinero una nave, como por los caminos del aire es llevada una errante ave; no me retienen lazos, no me retiene llave, busco a los semejantes a mí y me añado a los depravados. A mí la gravedad de corazón cosa me parece grave; el juego es amable y más dulce que la miel; cualquier cosa que Venus ordena, es trabajo suave, que nunca en corazones habita cobardes. Por camino ancho marcho con costumbre de juventud me implico también en los vicios no acordándome de la virtud. De placer ansioso más que de salvación, muerto en el alma hago cuidado de mi piel. Carmina Burana 191 , 1-40 |
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Texto latino |
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Traducción literaria | |||||