Yo, hijo mío, soy  Paideia, la educación humanística,  a quien ya conoces, aunque no me hayas tratado  aún  en profundidad <...> Si me  sigues, yo te mostraré, en  primer lugar, muchas obras de los antiguos y sus admirables hazañas, explicándote sus palabras y haciendo que  sepas, por así decirlo, todo lo que se puede saber;  y, lo más importante para ti, engalanaré tu espíritu con muchos y excelentes adornos: la prudencia, la justicia, la piedad, la dulzura, la equidad, la inteligencia, la fortaleza, el amor por la belleza, y el entusiasmo por todo lo honorable.

 

Luciano de Samósata, El sueño, 9.  

Sigue a Pegaso

 

inicio