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Una trompeta inundando de un asombroso sonido los sepulcros de la tierra pondrá a todos ante el trono. Pasmada estará la muerte, como la naturaleza, cuando el hombre se levante a responder al que juzga. Será expuesto el libro escrito en que todo se contiene, para que se juzgue al mundo. Y cuando el juez tome asiento lo oculto saldrá a la luz. Nada ha de quedar impune. ¿Qué voy a decir entonces? ¿A qué intercesor rogar, cuando ni el justo esté a salvo? |
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