De esta palabra proceden cultismos
como somnífero y palabras patrimoniales como sueño. Esta última, partiendo del
acusativo, ha sufrido los siguientes cambios:
- Caída de la nasal final.
- Apertura en o de la u final.
- Diptongación de -o- breve tónica en -ue-.
- Asimilación de -mn- en -nn- y palatalización de la geminada
resultante.