De esta palabra proceden latinismos como a. D. (anno Domini), cultismos como dominar y palabras patrimoniales como dueño. Esta última, partiendo del acusativo, ha sufrido los siguientes cambios:
- Caída de la nasal final.
- Apertura en o de la u final.
- Diptongación de -o- breve tónica en -ue-.
- Síncopa de la -i- postónica.
- Asimilación de -mn- en -nn- y palatalización de la geminada resultante.

 
 
 

Dominum

 

 

 

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