De esta
palabra proceden cultismos como hospitalidad y palabras patrimoniales
como huésped. Esta última, a partir del acusativo, ha sufrido los
siguientes cambios:
- Apócope de la nasal final.
- Sonorización de la oclusiva sorda -t- entre vocales.
- Apócope de la -e que había quedado como final tras caer la nasal.
- Apertura de i breve en e.
- Diptongación de o breve tónica en ue.